La Vicepresidenta reivindicó su gestión y la de Néstor Kirchner ante una militancia que insistió con el operativo clamor. “Aunque me quieran matar y meter presa, nunca voy a ser de ellos. Soy del pueblo”, señaló. Máximo y Alicia Kirchner, Kicillof, De Pedro y Massa, asistieron entre los presentes al lado de la ex mandataria.
Cristina acaparó la fiesta del 25 de mayo para dar un discurso del pasado, sin aportes para el presente y futuro, nada de autocritica y sin proyeccion.
“Es necesaria finalmente la renovación de ese pacto democrático. Volver a darle al país un Poder Judicial que sea evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia argentina”, apuntó.
“Creanme que aquella Corte a la que Néstor pidió que se le hiciera juicio político, al lado de este verdadero mamarracho indigno que tenemos hoy… Nunca se dijo de ningún miembro de la Corte las cosas que se saben y que nos enteramos todos los días. Por favor, no importa si es un jurista de una u otra orientación, pero los argentinos se merecen volver a tener una Corte que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Por favor se los pido a todos los partidos políticos. Es la imagen del país también”, señaló.
En el plano económico, Cristina Kirchner enfatizó: “Tenemos que saber que es necesario construir organización, profundidad territorial, sectorial en los sindicatos, en las fábricas. Una sola persona no puede. Tiene que haber una organización, cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita Argentina”.
En ese sentido, desarrolló luego: “Creanme que Argentina necesita imperiosamente 3 o 4 ejes sobre los que desarrollar ese programa. El primero, y en esto quiero dirigirme no solo a los que piensan como yo: si nosotros no logramos que ese programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento e industrialización, va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan”.