Los "gordos" convencieron a Pablo Moyano de participar este jueves en la primera reunión del Consejo Directivo del año y el 2 de mayo, en un acto por el Día del Trabajador.

La CGT encaminó un principio de tregua y llegará al acto por el Día del Trabajador con consenso mayoritario en torno de un documento de alerta frente al deterioro económico por el riesgo de una eventual "descomposición social". El paso hacia la concordia interna lo dieron la semana pasada Gerardo Martínez y Pablo Moyano con vistas a una reunión del Consejo Directivo que hará la central este jueves y de la conmemoración de una de las efemérides más importantes del calendario sindical, pautada para el 2 de mayo en el estadio de Defensores de Belgrano.

La charla que tuvieron mano a mano Martínez y Moyano en la sede del gremio de la construcción (Uocra) fue fruto de una reunión previa de la "mesa chica" de la organización en la que se acordó sondear un acercamiento y un fin a las hostilidades entre el sector que lidera el camionero y los espacios mayoritarios que controlan la CGT: los "gordos" de los grandes gremios de servicios, los "independientes" con cercanía a todos los gobiernos y el grupo de Luis Barrionuevo.