La aceleración de la inflación en los últimos meses golpea de lleno el poder adquisitivo de los argentinos. Es en ese escenario que muchos sindicatos activaron las cláusulas gatillo y comenzaron a reabrir paritarias para revisar los acuerdos y buscar mejoras para, en el mejor de los casos, ganarle la carrera a la suba de precios. Sin embargo, según destacaron distintos analistas consultados, sólo algunos gremios podrán cumplir ese objetivo. Es que, con un IPC que podría acercarse al 100% anual en diciembre, advierten que en promedio los salarios quedarán por debajo de la inflación. Y los más golpeados serán los trabajadores del sector informal y los independientes.

En julio, por caso, el nivel general de salaros presentó una caída de 1,8% en términos reales. Al analizar los datos difundidos por el INDEC la semana pasada, desde la consultora LCG señalaron: “La caída del poder adquisitivo en el nivel general de salarios continúa profundizándose mes a mes, acumulando en julio un recorte del 24% respecto a noviembre 2017, último techo. No sorpresivamente los más afectados fueron los trabajadores informales, con una caída acumulada del 38%, 17,5 p.p. por encima de la observada por los trabajadores registrados (20,5%)”.


De cara a lo que pueda ocurrir en la segunda mitad del año con este indicador, desde la firma remarcaron que “debido a la marcada aceleración en el nivel general de precios observada a partir de julio, los ajustes derivados de las paritarias firmadas hasta el momento difícilmente puedan terminar de compensar la pérdida de poder adquisitivo”.

“Con un piso de inflación proyectada del 100% anual a diciembre, es difícil plantear un escenario donde los salarios ganen la carrera contra los precios (hasta el momento, la mayor parte de las paritarias fijó un aumento promedio del 72% anual). En este sentido, esperamos que en el promedio anual los salarios del sector formal caigan en torno al 1% real, consistente con un mayor deterioro hacia fin de año, orbitando valores del -8% real medido diciembre contra diciembre”, agregaron.

La “carrera” de las paritarias
Para atenuar el impacto de la aceleración inflacionaria en el poder adquisitivo, los sindicatos buscan, con reaperturas de paritarias o mediante las cláusulas gatillo, mejorar los acuerdos previos.

“Sobre la cuestión paritaria, está claro que en los últimos años los trabajadores, y también parte de los empresarios y las cámaras privadas que negocian con los trabajadores, tienen una especie de 'gimnasia' muy trabajada. Todo este esquema de reaperturas, cláusulas gatillos, sumas no remunerativas, está muy bien aceitado”, señaló a Ámbito Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí.

Sin embargo, aclaró: “Pero, en un contexto de aceleración inflacionaria, hasta que no se logre frenar esa aceleración, para luego gradualmente revertirla, no se va a conseguir una mejora del poder adquisitivo. En el mejor de los casos, para los gremios que estén más indexados, se va a llegar a empatar. Después, más allá de la cuestión estadística, en el que dependiendo en qué punto se haga la comparación, si se mide año cronológico o año paritario, en el proceso largo de tiempo no se le va a lograr ganar a la inflación cuando hay un contexto de aceleración tan marcada y sostenida”.

“En el mejor de los casos, algunos gremios que tengan más fortaleza a la hora de imponer sus demandas, empatarán o irán relativamente a la par. Y, en otros casos, quedarán por debajo”, agregó Chouza, quien subrayó: “Con lo cual, en cada diagnóstico que hacemos, decimos que hoy la mejor política de ingreso que puede hacer el Gobierno es enfocar todos sus esfuerzos en bajar la inflación. Porque ahora la inflación se ubica en la zona del 7%. Todo lo demás que se busque para que las paritarias traten de arrimarse, va a ser una corrección que en el mejor de los casos compense. Pero no se va a conseguir una mejora del poder adquisitivo. Y los números de lo que va del año en materia ingresos muestran eso”.


Por su parte, tal como señaló el director de la Fundación Libertad y Progreso Aldo Abram, “lamentablemente, cuando la inflación se acelera, los ingresos de todos caen”. “Tiene un impacto en términos de empobrecimiento en el general de la sociedad. Y, por supuesto, los ingresos reales caerán. Es posible que algunos gremios logren sostener el aumento de los sueldos como para no perder poder adquisitivo, pero en líneas generales, lamentablemente, eso suele generar que se cree menos empleo y que quede más gente desempleada o en la informalidad”, explicó.

“Y los sectores informales, o los monotributistas, son los que terminan a la larga compensando lo que los sindicatos más fuertes consiguieron para quienes tienen la suerte de tener un empleo en relación de dependencia. Por eso, a veces habría que ser un poco más cauto en las negociaciones sindicales, porque en una sociedad que se empobrece, si alguien logra zafar, porque tiene un sindicato que logra imponer condiciones que no son aplicables al general del país, eso por algún lado ajusta. Y ajusta por aquellos que tienen trabajos informales o independientes”, concluyó Abram.