Con el objetivo de actualizar los aranceles y cuotas de las prepagas, se anunció que este trimestre el aumento será de un 22%. El sector privado sostiene que desde el 2019 las tarifas se encuentran obsoletas y por debajo del índice de inflación, siendo que en ese año las cuotas aumentaron un 26% para los afiliados, contra una inflación acumulada del 71%.Luego de dos largos años de crisis económica, el sector privado de salud continúa realizando ajustes en el costo de las obras sociales, para intentar recuperarse.

A su vez, durante el año 2020 el gobierno de la nación y la Superintendencia de Salud rechazaron todos los aumentos propuestos. Esta acción, que intentaba proteger el bolsillo del usuario, perjudicó fuertemente el sistema sanitario, con un desfasaje entre los porcentajes de aumento y la inflación. En consecuencia, en el año 2021 se advirtió un posible colapso de la medicina privada, informado por estudios del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa). La imposibilidad económica de las prepagas y las obras sociales de afrontar sus gastos, debido a sus bajos ingresos mensuales, hubieran llevado a un gran quiebre, si no se hubieran aplicado los aumentos correspondientes.

Buscando equiparar los porcentajes y diferencias entre los gastos del sector de salud y el pago mensual de los pacientes, el Gobierno accedió a aumentos del 43% durante todo el 2021. Si bien esto fue un avance, no se igualó a la inflación del 50,9% anual.

Es por eso que este año la Superintendencia de Servicios de Salud autorizó aumentos progresivos en las cuotas de los usuarios, que significaron aumentos para los prestadores y las prepagas nacionales. El aumento acumulativo fue de un 9% en enero, 6% en marzo y otro 6% en abril, resultando un total de 22,5% para el primer trimestre. Se espera a continuación un incremento del 8% en mayo, 10% en el mes de junio y un 4% en julio de este año.

Según el Boletín Oficial del Gobierno de la Nación, se establecerá a partir de mitad de año un sistema de aumentos bimestrales, que serán calculados en base a un Índice de Costos de Salud, dispuesto por la Superintendencia.  Dichos aumentos deben ser notificados a los usuarios de las prepagas y obras sociales, con un mínimo de 30 días de anticipación.

El Índice de Costos de Salud deberá contemplar muchos aspectos referidos al sector de la salud, entre ellos los recursos humanos, los medicamentos y fármacos, los insumos y elementos médicos y otros gastos inherentes. La Resolución Ministerial 867/2022 resuelve que se darán “incrementos bimestrales en el valor de las cuotas de las Entidades de Medicina Prepaga inscriptas en el Registro Nacional de Entidades de Medicina Prepaga (RNEMP). Tales incrementos tendrán como límite máximo la variación del Índice de Costos de Salud definido en el artículo precedente”.

El gobierno sostiene que “resulta necesario promover la autorización de nuevos aumentos que permitan garantizar un adecuado financiamiento para afrontar tales costos y mantener la calidad de servicios prestados”.