Ambos beneficios fiscales anunciados por el gobierno de Macri vencen el 31 de diciembre.
Dos medidas fiscales importantes que adoptó el gobierno de Mauricio Macri para paliar los efectos de la devaluación quedarán en herencia para la administración de Alberto Fernández. Una de ellas es la rebaja a cero de la alícuota del IVA a los alimentos de primera necesidad, y la otra es el Bono Fiscal para empresas productoras de bienes de capital. Ambas terminan su período de vigencia en 31 de diciembre.
El paquete en el que se incluyó la reducción del IVA a cero para los alimentos, se aplicó junto con la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias de la Cuarta Categoría y el bono de $2.000 para empleados en relación de dependencia. Todo eso tuvo un costo fiscal estimado de unos $60.000 millones de acuerdo con datos del Ministerio de Hacienda.
El recorte del gravamen al consumo tuvo por objetivo compensar el incremento de los precios que se produjo como consecuencia de la devaluación post elecciones primarias, cuando el dólar pasó de $45 a $60. La medida tuvo efecto parcial durante el primer mes, en septiembre. Ya en octubre se produjo un nuevo traslado a los precios, y entonces la rebaja comenzó a diluirse. Quedará entonces para la próxima administración definir si el IVA para alimentos de la canasta básica seguirá en cero, o su se lleva al 10,5%, que es la alícuota que se le aplica en general a productos de primera necesidad. Entre referentes del área social de Alberto F. como Daniel Arroyo, se habla sobre la necesidad de congelar el precio de algunos productos de este grupo, con lo cual es de prever que las rebajas deberían continuar.
La otra medida que importa a sectores de la industria es el denominado Bono Fiscal para empresas fabricantes de bienes de capital. Según pudo conocer Ámbito Financiero, entre los directivos de las firmas del sector se espera que la próxima administración continúe con esa promoción, por la impronta industrialista que se le quiere dar a la gestión económica. Al revés de lo que se planteaba desde la gestión de Mauricio Macri, que era partidaria de ir eliminándolo paulatinamente, se espera que Alberto F. lo revitalice.
Esta ayuda fiscal nació en 2001 como bono de 14% y servía para compensar a las empresas nacionales contra la importación de maquinarias desde Brasil. La Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA) pidió su continuidad y celeridad en el pago.
En marzo de este año, el secretario de Industria, Fernando Grasso, lo renovó hasta fin de año. Ahora tiene porcentajes variables menores y está enfocado a favorecer a empresas que incorporan tecnología a sus sistemas productivos. Actualmente favorece a unas 1500 firmas, en su mayoría pymes.