El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, afirmó que la diferencia cambiara con la Argentina "genera un desequilibrio" en los comercios fronterizos de su país, muchos de los cuales debieron cerrar sus puertas en los últimos tiempos.

"Estamos con un problema en la frontera porque los precios de bienes argentinos son extremadamente más baratos y naturalmente los vecinos consumen donde les es más barato", señaló el mandatario.

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Miles de uruguayos cruzan a diario, especialmente los fines de semana, a través de los tres pasos habilitados en los puentes Fray Bentos-Gualeguaychú; Paysandú-Colón y Salto-Concordia, más el paso internacional entre la ciudad uruguaya de Bella Unión y Monte Caseros, en Corrientes, que se efectúa a través del río Uruguay .

Los ciudadanos del país vecino intentan sacar provecho de la diferencia cambiaria no solo para comprar comestibles, sino también indumentaria y otras clases de artículos, describió la agencia NA.

"Eso nos genera un desequilibrio y los comercios de nuestra frontera son castigados. Hemos aplicado medidas, pero no es suficiente", afirmó el mandatario uruguayo en declaraciones radiales.

Lo que sucede con los uruguayos que compran en Entre Ríos, también sucede con los chilenos que se cruzan a Bariloche.

La realidad también indica que durante muchos años la historia fue distinta. La noticia era que los argentinos de clase media cruzaban a Brasil, Uruguay, Chile o Paraguay y compraban televisores, sábanas o alimentos.

Lo que también es cierto es que llega el verano y miles de argentinos viajan a Punta del Este, Santiago o cualquier playa de Brasil.

La pregunta entonces es si la Argentina es cara para los argentinos o cada vez es más cara para la clase media argentina. Y la respuesta es que la suba del dólar le empezó a poner un tope a los consumos a la clase media, pero más que nada a los consumos y viajes al exterior.

Por el contrario hoy florece esa Argentina barata para los extranjeros. A los turistas europeos, estadounidenses u orientales les parece irrisorio pagar u$s 20 para almorzar los mejores bifes argentinos. Pero esos u$s 20 dólares representan casi $ 9500, una cifra que está lejos de poder pagar el promedio de los argentinos a la hora de sentarse a comer.