Un relevamiento arrojó aumentos cercanos al 50% para poner un alumno en "puerta de escuela". El costo es mucho más alto para la variante remota. Mientras el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires y los sindicatos docentes discuten –bajo la ansiosa mirada de padres, madres y alumnos- si, cuándo y cómo maestros y alumnos volverán a las aulas e iniciarán el ciclo lectivo 2021, los útiles escolares no se quedan quietos: esta vez no sólo varían de precio, sino también de composición, pues ahora la canasta debe considerarse tanto en su variante física o presencial como en su modo remoto.

Al respecto, Damián di Pace, de la consultora Focus Market, hizo un relevamiento de cuánto costará la vuelta a clases. Los resultados no son alentadores: la canasta escolar cuesta hoy entre $ 34.000 y $ 52.000 en sus variantes “tecnológicas”, relacionadas con la enseñanza virtual, y si bien en el modo clásico o presencial cuestan mucho menos, tuvieron aumentos de entre 47 y 49 por ciento en los últimos doce meses.

Un primer cuadro del informe muestra una canasta clásica de 23 productos para alumnas o alumnos de primaria (desde mochila de tiras, sin carrito con ruedas de desplazamiento, cuadernos, block de hojas blancas y de colores, papel glasé y lápices hasta gomas de borrar, sacapuntas, tijera escolar, plastilina, regla, pegamento, crayones, marcadores, etc) cuesta actualmente $ 3.399, un 49% más que a la misma altura del año pasado. La amplitud de precios puede ser mucho mayor en el caso de una mochila con carrito “de 26 litros”, que según calidad y marca puede costar entre $ 5500 y $ 18000.

En el último año, además, el precio promedio relevado para guardapolvos aumentó en promedio un 47% considerando tanto los modelos más baratos (precios desde $ 879) los más elegantes o de mejor género (desde $ 1.799). De lo que resulta que poner una alumna o alumno en condiciones “puerta de escuela” cuesta entre $ 4.300 y $ 5.000, siempre considerando “precios medios”.

Bit por bit, kit por kit

La cuenta es mucho más salada en la variante remota. Un “kit” tecnológico del relevamiento incluye celular 4G, auricular con micrófono integrado y un plan de internet de 1 giga. Aquí las brechas de precios empiezan a ensancharse: el celular, según el modelo, puede costar desde $ 16.999 hasta $ 46.999, casi el triple, y el costo del auricular va de $ 1.799 para arriba. El plan de internet de 1G está valuado en $ 1.050, pero si por gusto o necesidad hay que aumentarlo a 3, 6 o hasta 18 gigas, los costos oscilan entre $ 1.350 y $ 4.050. Y habrá que ver si a la nena o el nene le alcanzan. El gobierno no hizo las cosas más leves: a partir de este mes los celulares pagan un nuevo impuesto de 6,5% (los fabricados en Tierra del Fuego) o 17% (importados).

El relevamiento, de todos modos, tomó un promedio de $ 34.748 pesos para ése, el más modesto kit tecnológico (en el gráfico, Kit 2). Otro conjunto más ambicioso de productos (Kit 1) incluye una notebook de 4 Gigas, impresora, el mismo auricular con micrófono integrado del Kit modesto y conexión a internet por fibra óptica con 100 megas de capacidad, en cuyo caso la cuenta se eleva a $ 51.796, y podrían incluso ser $ 1.000 más si el plan de fibra óptica es de 300 megas.

Para hacerse más digerible, el informe refiere también la existencia del Plan “Vuelta al Cole” del Banco Nación, una promo que que entre el 5 y el 7 de febrero permitirá comprar notebooks y tables en hasta 24 cuotas sin interés con dos tarjetas asociadas a la entidad. Y para la compra de computadoras está disponible el canal Tienda BNA.

Más a tono con el modo presencial, del 8 al 13 de febrero, el Nación devolverá 30 % de las compras con crédito de indumentaria y artículos de librería, con un tope de $ 1.800 (esto es, para compras superiores a los $ 6.000 la devolución se va haciendo menor al 30%), y otorgará un descuento de 15% para pagos de entre 2 y 6 cuotas, pero sin tope y sin interés. En la Argentina, el principal descuento es el tiempo.