En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la Comisión de Discapacidad, que depende de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNLaR, rescata las acciones que se realizan para terminar con las barreras visibles e invisibles que se presentan, en este ámbito. La coordinadora e integrantes de la Comisión de Personas con Discapacidad, Ana Alfonso y Hugo Campo y Emeli Soria Ávila. Además reflexionaron sobre los desafíos que afrontan las personas con discapacidad y cómo trabajan para hacer una sociedad más igualitaria. 

Al respecto, Alfonso dijo: “hoy, concientizamos en esta temática tan sensible y que tan poco visibilizada está, a veces”. “Necesitamos -continuó- tomar conciencia que la sociedad no puede ser indiferente frente a las personas con discapacidad y que los gobiernos diseñen políticas públicas, que la incluyan en su agenda”.

En ese contexto, Alfonso explicó que la Comisión de Discapacidad tiene planes que han intentado concretar a partir de distintas acciones que apunta a la inclusión. “Estas acciones van en doble dirección: una que tiene que ver con el exterior, en la que se vincula con organizaciones no gubernamentales; y una acción hacia el interior de la UNLaR, generando contextos accesibles y tratando de hacer visibles barreras que son invisibles, como la indiferencia, el miedo y el prejuicio que están muy presentes en muchas instituciones públicas y en la sociedad en general”. 

En tanto, agregó que “la gente va tomando mayor conciencia al respecto sobre que es una cuestión social. Desde una perspectiva de derecho son personas plenas de derecho y como Estado estamos obligados a asumir una posición al respecto”. 

Por su parte, el estudiante universitario Hugo Campo (quien cuenta con discapacidad visual) expresó: “estamos en una sociedad del conocimiento y las personas con discapacidad también queremos estudiar, exigen sus derechos, y se logró hacer muchas acciones para la accesibilidad, se tomaron denuncias, ya que las personas con discapacidad están informadas en sus derechos”. “Nuestro trabajo -agregó- es brindar accesibilidad y preparar a nuestra universidad para que no tenga dificultades edilicias, ni barreras actitudinales”. 

Por su parte, la estudiante de Psicopedagogía, Emeli Soria Ávila -también integrante de la Comisión- consideró que “el edificio de la UNLaR está lleno de barreras” y ante esa realidad dijo que “las personas con discapacidad motriz tenemos que convivir con esas barreras y puedo optar por dos caminos: denunciar y ponerme con los tacones de punta, o mirar la opción de que la universidad me brinda un espacio para estudiar, y decido formar parte de la comisión”. 

En esa opción que le brindó la universidad pública de estudiar, Soria Ávila comentó: “estudiando Psicopedagogía descubrí que tenía parálisis cerebral, sabía que tenía una discapacidad pero nunca los médicos le dieron nombre. Fue autodescubrirme, reír y llorar, y eso es lo que te da la formación”.