Una facción de la barra del Funebrero arrojó bengalas al campo de juego, tiró vallas y se cruzó con el público cordobés y la Policía. Más de 15 minutos después, Andrés Gariano reanudó el encuentro.

 Los episodios de violencia siguen opacando el espectáculo del fútbol argentino y esta tarde en La Rioja lo sufrió la Copa Argentina. El partido entre Talleres y Chacarita, correspondiente a los 32avos de final, estuvo demorado por más de un cuarto de hora debido a los incidentes que se desataron en las tribunas del Estadio Carlos Augusto Mercado Luna de La Rioja.


A los 27 minutos del complemento, cuando la T ganaba 2-0 y se acercaba a la próxima fase, una facción de la barra del Funebrero protagonizó serios disturbios en la cancha. Arrojó bengalas al campo de juego, tiró vallas y se cruzó con la Policía. También con el público del Matador cordobés, que no dudó en responder tirando más proyectiles.


Con el objetivo de calmar las aguas en las tribunas, Julio Buffarini y Nahuel Bustos se treparon al alambrado para hacer recapacitar a sus hinchas y varios jugadores de Chaca también intentaron tranquilizar a su gente enardecida.


Finalmente, luego de más de 15 minutos, el árbitro Andrés Gariano decidió continuar con las acciones. Aunque el arquero Alan Aguerre no estuvo de a acuerdo: "¿Tan importante es seguir el partido? ¿Qué están esperando? ¿Que muera alguien?". Fuente TyCSport