En la Cámara de Diputados, que preside Sergio Massa, se acumulan varias iniciativas conflictivas que rechazan tanto la oposición como el sector privadoEn la Cámara de Diputados, que preside Sergio Massa, se acumulan varias iniciativas conflictivas que rechazan tanto la oposición como el sector privado Crédito: Prensa HCDN

El oficialismo llamará a sesiones extraordinarias con el objetivo de mantener activo el Congreso en los meses de verano y avanzar con una demorada agenda de proyectos, entre las necesidades de la Casa Rosada y las presiones del kirchnerismo por impulsar iniciativas que cosechan el rechazo de la oposición.

Faltan escasas semanas para que finalice el año legislativo y un cúmulo de proyectos de ley, algunos de ellos complejos y conflictivos, están pendientes de debate en la Cámara de Diputados. Las miradas recaen sobre el presidente del cuerpo, Sergio Massa, y en su habilidad para pivotear entre las prioridades de la Casa Rosada y la presión del kirchnerismo por avanzar con una serie de iniciativas que rechaza la oposición y tienen a maltraer al empresariado, con el que el tigrense cultiva una buena relación.

 

Entre ambas agendas, Massa privilegiará los proyectos que provienen de la Casa Rosada y, en especial, aquéllos que Martín Guzmán, el ministro de Economía, requiera con cierta urgencia. Sucedió con el presupuesto 2021: tras un mes de negociaciones con gobernadores peronistas y opositores, el jueves pasado se votó un proyecto con más de 40 artículos nuevos y promesas varias para atender las demandas, sobre todo internas.

Massa lo festejó como un triunfo personal. Habrá que ver cuánto le dura la alegría: Máximo Kirchner y su bloque de diputados sacaron turno hace tiempo para que se debata en el recinto el impuesto que grava las grandes riquezas, cuyo dictamen está listo (y demorado) desde setiembre pasado.

No es un secreto que Massa es poco entusiasta frente a este proyecto. El presidente Alberto Fernández y su ministro Guzmán tampoco lo pusieron entre sus prioridades , aunque en público dieran muestras de respaldo. Con el argumento de otras urgencias, Massa demoró su tratamiento por varios meses pese que lleva el sello de Kirchner.

La ausencia de Máximo Kirchner para dar el discurso de cierre en el debate por el presupuesto fue percibida como otro desplante para el GobiernoLa ausencia de Máximo Kirchner para dar el discurso de cierre en el debate por el presupuesto fue percibida como otro desplante para el Gobierno Fuente: Télam - Crédito: Julián Álvarez
El jefe del bloque oficialista calla y espera. Si bien mantiene una buena relación con Massa, su diálogo con él se habría enfriado en el último tiempo, al igual que con el presidente Fernández. No pasó desapercibido su faltazo en el homenaje que el primer mandatario ofreció a su padre, Néstor Kirchner, en el décimo aniversario de su muerte. También desató suspicacias internas su decisión de no dar el discurso de cierre del debate de la ley de presupuesto: no pocos interpretaron que se trató de otro desplante.

Así las cosas, el impuesto a las grandes riquezas aún no tiene fecha cierta de debate. En la misma condición se encuentran otros dos proyectos kirchneristas también polémicos: el de Fernanda Vallejos que prohíbe toda ayuda estatal a empresas vinculadas a firmas offshorey otro de Máximo Kirchner que prohíbe el cambio de uso de los terrenos afectados por incendios.

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Pero el que más urticaria genera en el empresariado es el que pretende gravar las grandes fortunas. Además del oficialismo, todos los bloques opositores, salvo Juntos por el Cambio, lo avalan. El presidente de la Cámara de Diputados analiza la idea de disimular el proyecto en el debate de la reforma tributaria, prometida por el Ministerio de Economía pero que aún no presentó.